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jueves, 17 de diciembre de 2009

ALESIA, novela histórica epistolar

En ALESIA, la relación entre los personajes y sus acciones viene dada por una compleja relación epistolar. El protagonista Marco, un chaval al que el padre arranca de los brazos de la madre para castigarla por su infidelidad, crece como persona detestando los oficios manuales en los que destaca su padre.

La Galia 701 a.u.c (53 a.d.C)

Mi muy querida y añorada madre:

Te escribo desde el campamento al que me ha arrastrado padre en el confín de la Galia. El viaje ha sido largo y aburrido aunque no hemos pasado calor.

Aquí todo es... no sé cómo explicártelo. Esto es un campamento militar, y nada de lo que te pueda contar creo que te vaya a interesar.

Los soldados están ociosos todo el día, cazan, comen, duermen, aguardan la llegada del invierno y visitan con frecuencia un campamento de civiles instalado fuera de la empalizada, donde una cantina con varias mujeres parecen acoger y aliviar su soledad.

He visto algunos galos, esos bárbaros parecen fuertes y rudos de aspecto, cubren sus piernas con unos "pantalones" los llaman, prenda popular y de uso frecuente entre la mayoría de los legionarios. Una túnica con mangas, una manta de lana sobre los hombros y ahora con la llegada del frío se cubren con una capa de pieles, los que pueden. Las mujeres lucen una túnica larga, que dejan caer en suaves pliegues, ajustada por un cinturón colocado debajo del pecho y como abrigo una manta cuadrada de lana gruesa fijada sobre uno de los hombros con un broche. El valor de ese broche distingue a las ricas de las pobres, como en todas partes, unas lo llevan de latón y otras de oro o plata. Aunque bárbaros, tanto hombres como mujeres, gustan de usar alhajas, los he visto con collares, brazaletes, pectorales, hebillas muy trabajadas, igual que nosotros en casa. Para ello utilizan el bronce, son buenos metalúrgicos, pero los mas pudientes, las lucen en oro o plata, como nosotros. El calzado es sencillo, al igual que nosotros también gastan sandalias y ahora en este tiempo un tipo de bota de cuero sin curtir con bonitos adornos.

El campamento se halla próximo a una gran ciudad. Aquí hay muchas y bien amuralladas, aunque en el campo los galos se refugian en recintos de acceso difícil, como las cumbre de colinas escarpadas, rodean el sitio de piedras amontonadas y arbustos espinosos.

He oído que si alguna tribu logra una victoria, en sus frecuentes luchas con los vecinos, se entregan a grandes fiestas, juegos y beben mucha cerveza, pues carecen de vino aunque lo prefieren cuando lo pueden conseguir. Me han contado el caso de un individuo, rico debía ser, que llegó a cambiar un esclavo por un cántaro de vino.

En la profundidad de sus bosques los sacerdotes, a los que denominan druidas, rinden extraños cultos a dioses sanguinarios que exigen sacrificios humanos y en las vísceras de las víctimas son capaces de leer el porvenir. Mas les valdría consultar dicho porvenir, si es que lo tienen que lo dudo, a César, pues de él depende según mi parecer.

Recibe un abrazo de tu hijo, Marco.

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